La ropa de protección ignífuga es la que presenta resistencia al calor o al fuego. Está diseñada para los puestos de trabajo en los que el operario debe protegerse contra las llamas, el calor o el fuego. Es necesario remarcar que este tipo de ropa cambia dependiendo del sector o de las tareas que se vayan a realizar en un contexto determinado.
En cualquier caso, existen algunos oficios en los que es obligatorio el uso de ropa ignífuga en la mayoría de las tareas. Es el caso de los bomberos y de los soldadores, cuya ropa cuenta con un pictograma específico especial y una legislación muy concreta, recogida en la normalización española (UNE).
Ropa de protección para bomberos
La ropa de protección contra el fuego es evidente en el caso de los bomberos. Dependiendo del tipo de tareas que realicen encontramos los siguientes vestuarios ignífugos:
- Bomberos estructurales: UNE-EN 469:2006. Esta ropa de protección para bomberos se utiliza para la lucha contra incendios y actividades relacionadas, como por ejemplo, los rescates. También para salpicaduras accidentales y eventuales de productos químicos líquidos y líquidos inflamables.
- Bomberos forestales: UNE-EN 15614:2007. En esta norma están registrados todos los requisitos térmicos de estas prendas como la propagación de la llama, el calor radiante o la resistencia al calor.
- Ropa reflectante para bomberos: UNE-EN 1486:2008. Ropa de protección reflectante para trabajos especiales de lucha contra el fuego (muy altos niveles de calor radiante, convectivo y de contacto). Por ejemplo, en fuegos de gases y líquidos inflamables. Se usa en periodos cortos de tiempo, protege frente al contacto con las llamas y refleja el calor radiante intenso en situaciones de alto riesgo.
Ropa de protección para soldadores
El de soldador es otro de los oficios en los que los trabajadores deben llevar protección térmica. Estos son algunos de los riesgos derivados de los procesos de soldadura y de las tareas relacionadas:
- Exposición al calor y/o llamas que pueden dar lugar a quemaduras por el contacto de corta duración con una llama o del calor radiante procedente del arco eléctrico utilizado para la soldadura.
- Salpicaduras de metal fundido.
- Choque eléctrico breve por contacto accidental con conductores con corriente eléctrica a tensiones de hasta aproximadamente 100 V (DC) en condiciones normales de soldeo.
La ropa de protección de soldador atiende a esas necesidades y se puede clasificar según los siguientes tipos:
- CLASE 1: protección contra técnicas de soldadura y situaciones menos peligrosas, que producen menores niveles de salpicaduras de metal fundido y calor radiante.
- CLASE 2: protección contra técnicas de soldadura y situaciones más peligrosas, con más salpicaduras de metal fundido y calor radiante.
La normativa para la ropa de soldeo y procesos afines se agrupa en la norma UNE-EN ISO 13668:2013 (requisitos generales) y en la UNE-EN ISO 11611:2015 (requisitos específicos).
En los casos en los que es necesario un traje existen las opciones de mono de soldador o bien de un traje de dos piezas, compuesto por pantalones y cazadora, eso sí, con longitud suficiente como para solaparse con la parte superior de los pantalones.
Para proteger la cabeza la cabeza, cara, manos y pies se pueden utilizar Equipos de Protección Individuales (EPI) extra.
Para la protección de la manos, el uso de guantes de protección específicos como los guantes de horno profesionales, que garantizan una gran resistencia al calor.
Si tienes cualquier duda sobre el tipo de ropa ignífuga necesaria para tu trabajo, no dudes en ponerte en contacto con el equipo de Reysan Atlantic ®. ¡Te asesoraremos sobre la mejor opción!